La publicidad es una manera excelente de dar a conocer una marca. Medios como la televisión, la radio, la prensa… son capaces de llegar a millones de personas en muy poco tiempo. Empresas como El Corte Inglés o Procter&Gamble llegan a invertir más de diez millones de euros en publicidad en España.
Sin embargo, ¿qué pensarías si te dijera que algunas de las empresas más exitosas del mercado no hacen publicidad? Dejan de lado lo convencional y buscan diferenciarse, pero sobre todo apuestan por centrarse en el cliente, convirtiéndole en protagonista.
No invierten en publicidad, invierten en un producto de calidad, en la satisfacción del cliente y utilizan precios competitivos. El boca-oreja hace el resto.
Inditex, por ejemplo. Seguro que no recuerdas haber visto nunca un anuncio en la televisión de Zara o Stradivarius. Eso es porque no realizan ningún tipo de publicidad tradicional. Se aseguran de que sus tiendas se encuentren bien localizadas, que los escaparates llamen la atención y en trasmitir modernidad y elegancia. Es posible encontrar tiendas de Inditex en la 5ª avenida de Nueva York, en el centro de Tokio, en Oxford Street (Londres) o en algunos de los edificios más lujosos de Dubai.
Otro es el caso de Mercadona que combina marcas conocidas con sus propias marcas blancas como Delipus o Bosque Verde. Ofrecen productos con un precio al mínimo y se aseguran de la satisfacción máxima de los clientes, midiendo los pequeños detalles como la música de sus tiendas o la colocación de los productos.
A nivel internacional nos encontramos con Starbucks, que utiliza básicamente marketing sensorial. Venden emociones, sensaciones, una experiencia única de marca que hace que estemos dispuestos a pagar 4€ por un café. Algo parecido vende la hamburguesería americana Five Guys, que aterrizó hace poco en Madrid y es un éxito sin necesidad de publicidad. ¿El truco? No hay truco. Utilizan los mejores ingredientes y el boca-boca. Un cliente entra en la tienda, sale satisfecho y la recomienda. No dependen del éxito de la publicidad y ganan clientes fieles. Incluso Obama se ha declarado fan de sus hamburguesas. Difícil es llevarle la contraria al ex-presidente de los Estados Unidos.